martes, 20 de julio de 2010

Reflexión de la que nunca tiene los pies en el suelo...

Las personas optimistas siempre vemos el lado positivo, aunque no lo tenga, somos capaces de inventarlo entonces nos llaman soñadores, nos dicen que no tenemos los pies en la tierra... pero ¿qué sería de este mundo si unas cuantas personas no nos levantáramos todos los días pensando que el mundo no es tan malo?
Pues la verdad no tengo ni idea, supongo que todo sería bastante más triste...
Sí es verdad que muchas veces nos damos con la verdad en las narices, pero qué queréis que os diga... prefiero darme cincuenta veces con la verdad en las narices que vivir toda la vida pensando que nada tiene solución. Cosa de gustos, supongo.

El mayor problema con el que tenemos que lidiar (por lo menos yo) es el desgaste que conlleva animar a la gente que nos rodea, ya no es ver la parte buena de nuestros problemas, sino intentar animar a los demás aunque sea con tonterías y ver la parte positiva de sus problemas. Porque no va en mi carácter ver una persona hecha polvo y pasar como si no me importara.
Cada vez que animamos a alguien es como si nos dejáramos un pedacito de nosotros por el camino (o eso siento yo), es un pedacito que no me importa dejar, porque normalmente consigo sacar una sonrisa de esa persona, pero esos pedacitos que vamos dejando por el camino hay que recuperarlos.
La consecuencia: cada cierto tiempo llega el día de "el bajón", ahora somos nosotros los que no nos podemos levantar del pozo.
Ahora es cuando nosotros necesitamos a alguien, pero si no tenemos a nadie que nos haga reír con tonterías sin sentido... tenemos que salir del pozo solos, y eso sería fácil si los pedacitos de nosotros que hemos ido dejando por el camino no se hubieran perdido, pero lo han hecho, y lo único que podemos hacer es esperar, esperar a que alguien nos saque del pozo o esperar a salir nosotros solos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que profundo Kika :(

Estoy por completo de acuerdo con lo que dices. Cuando ayudamos a alguien a animarse, dejamos una parte de nuestra buena salud ahí, y llega el momento en el que nos quedamos sin energía, y caemos.

La cosa es ver si se nos devuelve el pedazo que sacrificamos será más fácil, pero no siempre es así.

Igualmente, yo no dejaría de dar ese pedazo por la gente que me importa, aunque no lo devuelvan :D

Ánimo guapa, que las malas épocas pasan :)

-Da-

Maisha dijo...

Ais...te entiendo en tantas cosas. Yo suelo ser bastante pesimista para mi misma pero para los demás soy lo mas optimista del mundo y a mi también me pasa eso de no poder pasar de largo aunque a veces acabe escarmentada o diciéndome a mi misma que nunca más...siempre vuelvo a caer. Conozco bien ese pozo y bueno yo creo que es una mezcla de todo aunque a veces viene bien estar mal (suena contradictorio, lo sé) total que todo pasará (suena típico pero es así) y cualquier cosa que necesites por aquí estoy y tienes mi email para lo que quieras. Un besote!